La vida me ha dado clases. Demasiadas. Pero el caso es que
nunca se las pedí; solamente le supliqué que no me mandase a tomar por culo,
pero me ignoró. Que no hace falta que me enseñe nada; ya me doy cuenta yo
solita de todo. Las penas están para olvidarlas, y el alcohol para ayudarte a
ello. Los libros están para quemarlos, los pintalabios para pintarte los labios
de rojo pasión y salir a comerte el mundo, y las sábanas para enredarte en
ellas. Las reglas nunca debieron de existir, todo esto es una mentira. Si yo te
digo te quiero, es de verdad, con esas cosas no se juega. Los momentos
especiales esperan su destrucción y las putadas recibidas a lo largo de este
tiempo pesan. Y pesan mucho. Las lágrimas están para chuparlas, que para eso
saben a sal. Las medias rotas están para romperlas más todavía, ya no me
asustan los tacones de cuarenta y nueve centímetros que hay en ese rincón. Ya
no me creo nada de lo que me digan, que aquí el mundo está loco aunque no lo
parezca. Aún conservo el sabor de algún que otro beso, y aunque quiera
olvidarlo, no puedo. Las botellas no están para reciclarlas, sino para comerle
la boca al que tienes enfrente. Que si hoy el mundo dice cuatro, yo digo cinco,
y si tú vistes de blanco, yo voy a teñirme hasta la lengua de negro. Porque me
da la gana. Que si quiero besar a ése, lo voy a hacer aunque la guarra de su
novia no quiera, que yo solamente soy una esclava que obedece órdenes directas
de un jodido jefe llamado corazón.
Oléeeeeeeeee jijijij besos :) me encanta tu blog *-*
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